Por: Carleth Keys. Source: NY1Noticias.com
Entre las tantas víctimas de Sandy, muchas permanecen en las sombras y sin saber que reúnen las condiciones para recibir la misma asistencia gubernamental que goza cualquier residente de esta ciudad. Carleth Keys estuvo en Staten Island donde, por temor a su estado de documentación, una comunidad inmigrante permanece alejada de los esfuerzos de ayuda.
Angie por fin pudo celebrar su noveno cumpleaños. Y pedir su más ferviente deseo,”Un perrito”, pidió.
Han sido dos semanas duras para ella y sus padres, que han estado errando entre albergues y casas de parientes, desde que Sandy les cambió completamente la vida.
“Todo. Perdimos completamente todo. Mi casa se hundió completamente”, dijo una madre.
Es la misma realidad que comparten estas madres, vecinas, de Midland Beach en Staten Island.
El agua arrasó con sus pertenencias.
“Muy difícil, para ellos más que para nosotros”, dijo otra madre.
Y es por ellos, sus hijos, que decidieron buscar ayuda.
Vinieron al centro del Inmigrante en Port Richmond pidiendo cobijas, ropa, algo con qué alimentar a sus familias y sobre todo algún tipo de apoyo financiero que tanto escuchan por televisión, y que no saben si tienen derecho a ello.
“Yo creo que existe mucha confusión, y cuando le añades el asunto del estatus migratorio, mucha gente tiene temor de hablar con alguien que vista un uniforme o que diga que soy del gobierno”, dijo Gonzalo Mercado del Centro del Inmigrante.
“Nos dijeron que a los inmigrantes los están agarrando y los están deportando y que nos van a quitar a los niños. Por eso mucha gente no quiere venir a pedir ayuda”, dijo otra madre.
Familias como las que viven en Wygant Avenue. Muchas de estas casas quedaron completamente inhabitables por la inseguridad que representan debido a la inundación que sufrieron hace dos semanas, pero aún así se rehúsan a abandonar sus hogares, y a pedir ayuda.
Un vecino, nos mostró como, a pesar de las advertencias, intentan vivir con lo poco que les queda.
“El agua estaba alto y no podíamos salir”, dijo un hombre.
Santo Álamo desde hace tiempo quiere abandonar el lugar.
“El agua, y la peste que hay aquí, no es buena para los nenes”, dijo Álamo.
Pero su novia se rehúsa.
“Trata de evitar meterse en problema, por eso ella a veces se queda callada, no quiere hablar mucho”, dijo Álamo.
Y de hecho no quiso hablar con nosotros.
Es por eso que el Centro del Inmigrante insiste en llegar a la mayor cantidad de familias, para informales que tienen derecho a asistencia estatal e incluso federal, independientemente de su situación migratoria.
“Si existe aunque sea una persona en la casa, que tiene un número de seguro social, muchas veces los hijos tienen pero no los padres, sí pueden acceder a los recursos de FEMA”, dijo Mercado.
Aquí los ponen en contacto ya sea con el Consulado de su país o con funcionarios del gobierno para por lo menos saber cómo y dónde empezar de cero.
Para comunicarse con el centro del inmigrante y conocer más acerca de los servicios que ofrece llame al telefono 718 420 6466. También puede entrar a la pagina en internet elcentronyc.org.